#selfie #me #retrica Lo mejor que teníamos es que los dos sabíamos que en algún momento todo esto se acabaría. Lo mejor y lo peor, al mismo tiempo. Como los días soleados que acaban con tormentas de verano. Todo en un abrir y cerrar de ojos. Como un suspiro. Como una montaña rusa. Así de indeciso era lo nuestro. Quizá por eso me enganche o quizá nos enganchamos tanto. Porque contigo cada día era algo nuevo y ninguna noche se parecía a la anterior. Porque lo nuestro habría sido un Oscar a “mejor guión” asegurado y un auténtico quebradero de cabeza decidir entre comedia o drama. Aún así, la vida nos pareció mejor que en las películas. Por eso sé que valió la pena. Pero no fue suficiente. Porque eso que dicen por ahí de que “si quieres algo con todas tus fuerzas acabará pasando” es cierto hasta cierto punto. Valga la redundancia. Porque entre nosotros no había futuro, por mucho que alguno de los dos quisiera. Y porque saberlo y seguir con esto era una locura, pero de locuras se vive y a veces hay que hacerlas para sentir que seguimos vivos. Podíamos pasarnos una noche entera riendo a carcajadas y saber que, al llegar a casa, dolería de verdad. Este era nuestro tema tabú. Jugamos a interpretar papeles de tipos duros y fríos, a nunca pasarnos de la raya con eso de los abrazos y los besos, aunque más de una vez se nos fuera de las manos. Porque cuando cruzábamos esa línea, ya no sólo estábamos jugando con fuego… Quemaba de verdad. by escahaller
No comments:
Post a Comment